Los talleres de reparación adaptan sus instalaciones para almacenar sus productos químicos

El primer paso a dar, si se superan los litros de almacenamiento que establece la Reglamentación, es la inscripción de las empresas en el Registro de Almacenamiento de Productos Químicos de la Dirección General de Industria, Energía y Minas. Una gestión que desarrolla la FREMM para las empresas de Gretamur.

El Gremio Regional de Talleres de Reparación de Automóviles (Gretamur), integrante de la Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia (FREMM), ha instado a sus empresas a que adapten en este verano sus instalaciones a las nuevas normativas sobre almacenamiento de productos químicos para poder superar con éxito las inspecciones previstas por parte de la Administración, actuación expuesta en la jornada informativa al respecto celebrada en la federación del Metal. La medida afecta sobre todo a los talleres de chapa y pintura de la Región.

A lo largo de este año, el SEPRONA ha estado comprobando si los talleres cumplen con la normativa relacionada con el almacenamiento y manipulación de productos químicos peligrosos en este sector. Por otra parte, la Dirección General de Industria, Energía y Minas también llevará a cabo una campaña de inspección en el último trimestre del año.

Se comprobará que las instalaciones están inscritas en el Registro de Almacenamiento de Productos Químicos de la Dirección General de Industria, Energía y Minas, que gestiona la FREMM para sus empresas asociadas. Asimismo, se comprobará  que las condiciones de almacenamiento son las adecuadas.

Los talleres de automoción manejan diariamente productos químicos como son el propileno, acetona, alcohol, disolventes, gasolina y fenol que están calificados como inflamables, corrosivos, tóxicos y/o nocivos que requieren de unas condiciones de almacenamiento especiales en función de las cantidades a almacenar y peligrosidad.

Como principales obligaciones establecidas a cumplir, los talleres, además de la inscripción,  deberán asimismo efectuar las revisiones propias de mantenimiento de sus instalaciones y conservarlas en buen estado, así como solicitar las inspecciones periódicas cada cinco años a un organismo de control autorizado y contar con un plan de emergencia interior..