Juana Sánchez Jodar y Virginia Martínez López muestran su satisfacción porque el curso de “Carné A para instaladores/as de gas les ha permitdo mejorar su cualificación profesional y ser más eficientes y competitivas en la gestión de su empresa y la atención a los clientes, respectivamente.
Juana Sánchez y Virginia Martínez han sido las primeras empresarias en obtener el Carné A como instaladoras de Gas, impartido en el Centro de Formación de FREMM, además de convertirse en un ejemplo de cómo el reciclaje supone una oportunidad empresarial para asumir nuevos retos y oportunidades de negocio dentro de una empresa familiar, al igual que para mejorar la cualificación profesional.
Además de la experiencia vivida, las instaladoras destacan la calidad del profesorado, que califican de excelente y de “grandísimos profesionales”, así como la posibilidad de hacer prácticas en los talleres de FREMM de cuantos conocimientos teóricos iban aprendiendo y, más tarde, de modo directo en empresas del subsector.
Juana Sánchez: “La satisfacción y lo que aprendes es la recompensa al esfuerzo”
Juana Sánchez y su marido están al frente de una empresa instaladora de Gas C, calefacción, fontanería y climatización. “Analicé el curso y lo estimé como una oportunidad única para los dos de avanzar y reciclarnos profesionalmente. Se ofrecía tanto formación teórica como práctica y, además, el curso era gratuito”.
Los conocimientos adquiridos permiten en la actualidad a Juana Sánchez, realizar con mayor profesionalidad las memorias y certificados, las tareas de puesta en marcha de los aparatos y detección de fugas, así como la atención y asesoramiento a los clientes.
La nueva instaladora de gas con carné A se siente orgullosa de haber conseguido su reto profesional, tras hacer 150 kilómetros tres veces a la semana, para hacer 6 horas de curso, y compaginar trabajo en la empresa, casa y familia, con 3 hijos pequeños,. “Nadie me ha regalado nada. He asistido a todas las clases teóricas, prácticas y de soldadura igual que todos los hombres del curso”.
Sus recuerdos del curso están llenos de agradecimiento al profesorado y sus compañeros. “Quiero darle las gracias y expresar mi admiración a mis profesores y a mis compañeros, por hacerme sentir como una más y por el respeto que me han demostrado en todo momento. El curso ha sido largo, duro, pero genial. He aprendido muchísimo”.
Juana Sánchez anima a otras mujeres del metal a obtener el carné A de instaladoras de gas, para lo que les pide que tengan constancia y paciencia, que no se dejen llevar por el desánimo, “ya que la satisfacción y lo que aprendes, recompensa el esfuerzo”.
Virginia Martínez: “Ahora estoy más segura al hacer una revisión”
Virginia Martínez trabaja en una empresa de distribución de butano y realizó el curso para mejorar su cualificación profesional. “En mi empresa se hacen revisiones e instalaciones de calentadores y encimeras. Cuando tenía que ir a ver alguna avería, me costaba mucho trabajo. Ahora puedo instalarlas con mucha seguridad porque tengo más conocimientos”.
La instaladora de gas liga la seguridad adquirida a la alta calidad del curso recibido. “Hemos tenido teoría y práctica de cuanto íbamos viendo y, además, estuve 10 días en una empresa. Esto en muchos cursos no pasa, ya que te dan los conocimientos, pero la parte de su aplicación se queda para lo último o no se contempla.”
Acostumbrada a realizar trabajos que durante muchos años han estado ligados a un espacio masculino, minimiza su hito personal de haber sido una de las dos primeras mujeres en obtener el carné A de instaladora de gas. “Yo estoy en ese mundo desde hace tiempo, porque también me he montado en un camión de reparto de butano y no hay muchas mujeres distribuyendo botellas. He llegado a repartir 190 botellas en un día”.
Tras su experiencia satisfactoria, Virginia anima a otras mujeres a que sigan su ejemplo y se saquen el carné.
Hacemos uso de cookies propias y de terceros para proporcionar una mejor experiencia de usuario. Al seguir navegando entendemos que acepta nuestra Política de Protección de Datos.